Estravagante, misterioso, levantó pasiones e inspiró tanto odio como amor, a veces en las mismas personas. Lo que es seguro es que no dejaba indiferente a nadie. Tenía un carácter perezoso y lo que más de horrorizaba era tomar decisiones. Por eso, fue partidario de vivir bajo órdenes férreos que le ahorraran el penoso trance de tomar sus propias decisiones. Abúlico y soñador, carecía de sensibilidad moral (pero sin caer en la amoralidad), egoísta y vividor, lo único que le desagradaba era la muerte, por lo que olvidaba a los amigos que enfermaban y morían. Lo único que verdaderamente le importaba, era la vida. Amante de una vida tranquila, burguesa, fue un gran seductor que aprovechaba las ocasiones que la vida le proporcionaba para el placer y el disfrute. Fue consejero del archiduque Carlos Augusto de Weimar, defensor del Antiguo Régimen mientras Alemania era un puzzle de piezas divididas con problemas internos, en una Europa revuelta. No fue nada nacionalista, todo lo contrario, amó Roma y despreció la frialdad y falta de genialidad germana. Aún así, los alemanes lo consideran su Dante, su Cervantes y todos entran en diálogo con este cñinico individualista que vivió la vida buscando la felicidad. Hijo de una familia burguesa, hizo estudios en derecho, medicina e historia. Con 18 años enfermó y estuvo dos años en reposo. Durante diez años, entre 1775 y 1785, se dedicó a la vida pública y a las ciencias y en 1786 marchó a Roma donde maduró estéticamente acercándose al neo-clasicismo. Su primera etapa intelectual (1749-1786) es romántica. En esta época estuvo en contacto con los poetas Herder y Schiller y su movimiento Sturm und Drang. Éste fue un movimiento propiamente alemán que se oponía al racionalismo, a las reglas neoclásicas de la creación artística y que constituye la época pre-romántica. Oponían el individuo y su libertad (artística y política) frente al despotismo ilustrado. Representaban la rebeldía de la juventud frente a las tradiciones y a las reglas. Sturm und Drang ( Tempestad e ímpetu), representan el ánimo que se despierta a finales del siglo XVIII por opoición al mundo de progreso industrial y racional de la Ilustración. Es un ánimo pasional, subjetivista, que se deja arrastrar por las pasiones, en una batalla sin cuartel en la que el individuo no logrará ni una nota armónica, ni el equilibrio ni la justicia. Es el sujeto lo que está perdido, el que siente la tentación de la autodestrucción. Sus personajes masculinos no son heróicos ni ejemplares; las mujeres sonsencillas y aparecen por doquier en su universo poético. Sus temas oscilan entre la parálisis que produce la constante vacilación, duda e indecisión que marcaron su carácter. Una indecisión que paraliza al creador como si fuera una piedra, se sumerge en una actitud taciturna que produce una enorme tensión que el poeta escenifica con convulsiones nerviosas. Un poeta poseído por el daimon que lo lleva de nuevo a la realidad. El daimon es la mujer, el alma de la naturaleza representada por Mefistófeles, que junto con Fausto, representan las fuerzas del bien y del mal, las contradicciones, las pasiones humanas. Los ambientes que describe son paisajes nocturnos, miesteriosos, y suelen ser un elemento en el que el escritor proyecta sus estados de ánimo. De su primera etapa destaca la obra "Las penas del joven Werther" (1774), con temas, ambientes y personajes románticos: el dolor, la imposibilidad del amor, el sufrimiento, el suicidio, la composición epistolar, la rebeldía contra las normas morales de la sociedad, un lenguaje rico, lleno de metáforas, hipérboles, y basado en sus propias experiencias y en las de sus amigos. En la segunda etapa, más cercana al clasicismo, destacan las siguientes obras escritas en Roma entre 1786 y 1788. - "Ifigenia en Tauris" - "Torcuato Tasso" - "Elegías romanas" De vuelta en Alemania, escribe un relato basado en su propia vida: "Los años de aprendizaje de Wilhelm" y comienza su proyecto más ambicioso: "Fausto". Obra literaria dialogada, más para ser leída que representada, está compuesta de dos partes, la primera publicada en 1808 y la seguda tras la muerte de Goethe. El tema es la búsqueda del sentido de la vida humana que finaliza con una rechazo de la postura romántica al negar que la felicidad se encuentre en el placer individual sino más bien, en el concimiento y en lo colectivo.Vuelto al presente y a la corte, colaborará decisivamente a la victoria del emperador sobre sus enemigos, por lo que recibirá una franja litoral que se ve amenazada por el mar, el cual Fausto calma con sus ritos mágicos, llegado este momento Fausto decide entregar su alma al demonio. Cuando Mefistófeles cree hacerse con el alma de Fausto un coro de La obra se inicia con un prólogo en el cielo, en el cual discuten Lucifer y Dios por la posesión del alma del buen Fausto, posteriormente vemos a Fausto un anciano de cerca de 80 años amante del bien y la sabiduría, que lucha por la posesión de la clave del mundo y, ante la resistencia del enigma, se ve tentado al suicidio, a lo cual renuncia al escuchar las campanas del día de resurrección. En este momento se le aparece Mefistófeles y le propone un pacto, lo hará recobrar su juventud y gozará de los placeres de la vida a cambio de que le entregue su alma. Fausto acepta el acuerdo y se lanza, en compañía de Mefistófeles a gozar los placeres humanos. Mefistófeles saca a Fausto de su aislamiento y lo llevan en un primer momento a gozar el placer de licor de la taberna de Auerbach, en Lipzig, posteriormente en la cocina de una bruja devolverá la juventud y ahora sí, Fausto conocerá el placer del amor, se encuentra con Margarita, muchacha ingenua y bella, a quien seducirá gracias a Mefistófeles. El caso de la pasión amorosa de Fausto hará caer a Margarita en el pecado, lo cual le traerá consecuencias funestas, sin pretenderlo, da muerte a su madre, asesina al hijo de su pecado y, finalmente, su hermano Valentín cae muerto a manos de Fausto cuando quería vengar el honor de la familia. Sin embargo, Margarita es salvada por voluntad divina de la presión a la que va después de su infanticidio y es llevada a los cielos ante la mirada absorta de Fausto y Mefistófeles que venían a recatarla, concluyéndose así la primera parte de la obra. En la segunda parte continúa el viaje cósmico de Fausto y Mefistófeles. Éste último traslada a Fausto a las altas esferas del espíritu: las relaciones sociales y políticas y los ámbitos culturales. Fausto aparece en la corte del emperador de Alemania. La desgracia y la escasez se abaten sobre el imperio. La astucia y sabiduría sobre todo las artes mágicas de Fausto salvan a la sociedad, descubre nuevas fuentes de riquezas y soluciona problemas financieros mediante el papel moneda, posteriormente Fausto es trasladado por un ser artificial creado por Wagner, su discípulo a la llanura farsálica, donde encuentra a Elena, la máxima expresión de la belleza griega, y de la cual se enamora. Se celebran las bodas, con la cual se consuma la unión de la cultura antigua ( Helen) y la cultura nórdica Alemana (Fausto) de la cual nace Euforíon (la poesía moderna) que para Goethe, será Lord Byron. Este hijo deseará las alturas bravias de la lucha y de luz, lo que provoca su muerte, al intentar volar. Elena sigue la suerte de su hijo y de desvanece el sueño de Fausto. ángeles reivindica su Posesión el amor de caridad mostrado y las oraciones de Margarita le abren a Fausto las puertas de la bienaventuranza con la cual concluye la obra. Goethe no fue un ejemplo de autor romantico, sino que fue más bien el personaje que los románticos tomaron como ejemplo. La obra de arte es lo que ayuda al creador a salir de sí mediante la porpia producción. Es un cierto salir de sí mismo pero que no logra curar al artista ni a su sibjetividad enfermiza. Arte y enfermedad, arte y abismo quedan en el romanticismo unidas para siempre. |