1. Teatro medieval religioso y profano El teatro medieval profano también surge como una dramatización de las historias contadas por los juglares; por ello, sus temas son más bien propios de la épica y de la lírica, entremezclados en ocasiones con episodios históricos y elementos locales. 2. Las danzas de la muerte Se generalizaron en Europa en el siglo XIV como espectáculo
popular en el que la muerte invita a bailar a diferentes personajes
que representan distintos grupos humanos y sociales. La epidemia de
peste que asoló Europa llegó a la escena incidiendo en el tema de que
la muerte iguala a todas las personas, independientemente de su
suerte, riqueza y estatus social. La danza la iniciaba un actor vestido con un traje con un esqueleto representado que va invitando a unirse a su baile y a su cortejo a los diferentes asistentes. Así, obliga a todos, independientemente de su fortuna y estamento, a incorporarse a su séquito de muertos. Además de danzar, entre la muerte y los danzarines se intercambiaban un breve diálogo: 3. La influencia clásica: las comedias romanas de Terencio y Plauto y las tragedias de Séneca. Como bien sabemos del Renacimiento, el intento de "re-sucitar" la cultura clásica trajo a la actualidad el interés por las artes y la literatura griega y romana. En el caso del teatro, si bien no se puede hablar de un renacimiento en sentido estricto, si que hubo un interés por las comedias romanas y las tragedias del moralista Séneca. Si bien fueron representada en latín en palacios, cortes e incluso plazas, más bien influyeron en los temas y tonos de las nuevas obras dramáticas que se compusieron fundamentalmente entre el principio del siglo XVI y el siglo XVII. La influencia mayor que encontraremos en el teatro de esta época la podemos ejemplificar con el propio Shakespeare, que se inspiró en sus argumentos y personajes para las nuevas tragedias. César, Ricardo, el regicidio, la mitología, los personajes, las guerras, la traición, la amistad.... todos estos temas interesaron a los dramaturgos modernos ávidos de argumentos con los que construir nuevos dramas y tragedias mezclando sus intereses políticos y religiosos a veces, junto con los problemas humanos universales. 4. La comedia humanística de las Universidades Consistía más bien en lecturas dramatizadas que se realizaban en las Universidades y en las escuelas de latín. Tanto sus actores como su público eran los alumnos y docentes de estas instituciones que como un entretenimiento y a la vez como una herramienta de enseñanza, escribían y dramatizaban textos. Entronca esta práctica con las comedias de Terencio; se escribían más bien en prosa que en verso. 5. La Commedia dell'Arte Este
tipo de representaciones triunfaron en Italia desde el siglo XVI pero
se remontan a los últimos tiempos de la Edad Media. Su origen se
remonta al teatro romano, a las fabula atelana que ponían en escena
una improvisación representada por una serie de personajes fijos y
estereotipados. Representadas por compañías de cómicos itinerantes, traspasaron las fronteras italianas llevando su commedia al resto de Europa. Los personajes que la componen han traspasado también las barreras temporales, ya que los podemos encontrar en comedias modernas mezcladas con otros personajes y en variados argumentos. La intención de la Commedia dell'arte es provocar la carcajada del público mediante la puesta en escena de enredos amorosos y malos entendidos. No existían diálogos escritos, sino que los actores utilizaban un breve guión sobre el que improvisaban una historia adecuada a los personajes que encarnaban. El desarrollo incluía golpes, torpezas, carreras, equívocos, bromas, absurdos. Humor y sátira social y política se unían para entretener al público. Tanto las situaciones como los personajes formaban parte de lo estereotipos sociales; de esta forma el público reconocía rápidamente a los personajes y pronto se identificaba con unos y con otros. Hoy sería una mezcla del teatro de improvisación junto con una dosis de payasos y sátira social. Los personajes se caracterizaban mediante un vestuario, maquillaje (sobre todo máscaras), lenguaje y comportamiento que respondían a un código. Por eso, eran fácilmente reconocibles por el público. Precisamente, la comedia se basa en jugar con lo que el espectador espera de cada personaje. Sus tipos y características son los siguientes:
Criados: Suelen ser campesinos que llegan a la ciudad para buscar trabajo y se ponen al servicio de un amo. Destacan Arlequín (vestido con un traje de rombos y máscara de cuero negro, siempre tiene hambre y está enamorado de Colombina; torpe e inteligente a la vez intenta sobrevivir en condiciones adversas), Polichinela (viste un traje amplio de color blanco, con una nariz grande y ganchuda y una enorme joroba; tiene un carácter melancólico y le encantan los cotilleos y rumores), Colombina (hermosa joven que suele burlarse de sus señores que intentan cortejarla).
Amos: Suelen ser padres de familia y son los que promueven la acción. Las tramas suelen rondar los posibles enlaces matrimoniales entre hijos de buenas familias, en los que los padres intervienen. Destacan Pantaleón (viste un traje rojo y capa negra, con barba larga; es rico, codicioso y pierde la cabeza por las jóvenes criadas; suele ser un personaje ridículo); el Doctor (caracterizado por una enorme barriga, aparenta ser un hombre muy culto y sin embargo es bastante ignorante, lo cual también lleva a situaciones ridículas y diálogos absurdos).
Los enamorados: son los hijos de Pantaleón y el Doctor; son jóvenes que sienten un amor puro recíproco y que aunque aspiran a casarse, tendrán que sufrir primero por los equívocos, castigos y prohibiciones paternas. Vídeo de YouTube | Representación de la Danza de la Muerte: el papa y el emperador. Según xilografía de Guyot Marchant. Adaptado de J. M. Clark: The dance of Death in the Middle Ages and the Renaissance. Glasgow University Publications, Glasgow, Scotland 1950 Extracto de la Danza general de la muerte, Anónimo DICE LA MUERTE Yo soy la muerte cierta a todas criaturas que son y serán en el mundo durante. Demando y digo: O hombre, ¿por qué curas de vida tan breve en punto pasante? pues no hay tan fuerte ni recio gigante que deste mi arco se puede amparar, conviene que mueras cuando lo tirar con esta mi flecha cruel traspasante. ¿Qué locuras es ésta tan magnifiesta que piensas tú, hombre, que el otro morirá y tú quedarás por ser bien compuesta la tu complexión y que durará? (...) DICE LA MUERTE No vos enojéis, señor Padre Santo de andar en mi danza, que tengo ordenada. No vos valdrá el bermejo manto: de lo que hiciste habréis soldada. No vos aprovecha echar la cruzada, proveer de obispados ni dar beneficios; aquí moriréis sin ser más bullicios. ¡Danzad, emperador, con cara pagada! DICE EL EMPERADOR ¿Qué cosa es ésta que atán sin pavor me lleve a su danza, a fuerza, sin grado? Creo que es la muerte, que no ha dolor de hombre que sea, grande o cuitado. ¿No hay ningún rey ni duque esforzado que della me pueda ahora defender? ¡Acorredme todos! Mas no puede ser, que ya tengo della todo el seso turbado. DICE LA MUERTE Emperador muy grande, en el mundo potente, no vos cuitéis, ca no es tiempo tal que librar vos pueda imperio ni gente oro ni plata ni otro metal. Aquí perderéis el vuestro cabdal que atesorasteis con gran tiranía haciendo batallas de noche y día, Morid, no curéis. ¡Venga el cardenal! DICE EL CARDENAL ¡Ay, Madre de Dios, nunca pensé ver tal danza, como ésta a que me hacen ir! Querría, si pudiese, la muerte estorcer; no sé donde vaya; comienzo a temer. Siempre trabajé en leer y escribir por dar beneficios a los mis criados; ahora mis miembros son todos turbados, que pierdo la vista y no puedo oir. |